Una vez vistas algunas meditaciones en el artículo anterior, podemos hacer otra clasificación de las meditaciones según el enfoque o el método:
Meditación de concentración. Aunque es la base de cualquier meditación, algunos tipos de meditación se centran específicamente en mantener la atención plena en algo, en algún objeto o algún fenómeno. El objeto puede ser cualquier cosa. Observaras forma, color, tamaño, patrón, detalles… También puedes observar objetos en movimiento: Un pájaro, una vela, el mar, un rio, una fuente, el fuego, las ramas de los árboles, el cielo… Seguro que en más de una ocasión te has quedado embobado mirando alguna de esas cosas.
Meditación de reflexión. En ella eliges una frase, una pregunta, un tema, una definición…, y reflexionas sobre lo que quiere decir y las implicaciones que tiene, las diferentes posiciones ante ese hecho.
Meditación de mindfulness. Se enfoca en la percepción y la experiencia. Se puede realizar en cualquier momento y cualquier lugar. En movimiento o estático. Se trata de poner toda tu atención en lo que estás haciendo en ese momento, en el aquí y ahora, y percibir todos y cada uno de los movimientos o estímulos. Solo una cosa en cada momento. Así ganarás eficiencia y tranquilidad, y eliminarás la ansiedad, con lo que serás más feliz. Hay muchas técnicas según dónde pones el foco: al comer, al respirar, al caminar, escaneando tu cuerpo… Saber más
Meditación de corazón. Se trata de centrarse en el amor, en el corazón, en la compasión.
Meditación de visualización. Se trata de visualizar diferentes escenas o situaciones como si fuese un cuento o una película. Según si son guiadas o no, si son creativas, o se visualiza una experiencia vivida se pueden tratar miedos, creencias limitantes, aumentar la paciencia…